Y llegó el día del debut. Fue el
20 de octubre de 1976, por el torneo Nacional de ese año. Argentinos se enfrentaba con
Talleres de Córdoba. Diego estaba en el banco y sobre el final del primer tiempo,
Juan Carlos Montés, su DT, le dijo "Vaya Diego, juegue como usted sabe...y si puede tire un caño", y lo hizo, pero Argentinos perdió 1 a 0. Diego dijo
"Ese día toque el cielo con las manos". En ese torneo hizo dos goles, los primeros de su carrera, ante San Lorenzo de Mar del Plata.
Maradona se hizo tan conocido, que con sólo once partidos en primera cumplió su sueño de debutar en la selección mayor. Fue en
febrero del ’77 en un amistoso en La Bombonera contra
Hungría. Argentina estaba ganando 3 a 0 y
César Luis Menotti, lo llamó para que precalentase. Mientras lo hacía, la tribuna empezó a corear un
"¡Maradooó, Maradooó!". Estaba muy nervioso, pero al entrar a la cancha el equipo le empezó a demostrar su afecto y confianza.
Su vida era pura felicidad, pero llegó una de sus grandes decepciones. Él estaba entre los 25 concentrados para Argentina ’78, pero Menotti tenía que eliminar a tres. Al quedar eliminado lloró como nunca en su vida. Tras esta gran decepción, Diego se volvió a integrar en el plantel de Argentinos, que jugaría contra Chacarita. En ese partidos hizo dos goles metió dos asistencias. Fue el goleador de ese Metropolitano con 22 goles. Lo llamaban hasta de Inglaterra para hacer publicidad. Diego ya era la cara de empresas como Puma, Coca-Cola y Agfa.
Luego del mundial ‘78, Menotti empezó a preparar el equipo menor que iría al Mundial Menor Japón 1979. Para ello organizó algunos amistosos, y en uno de ellos, contra Escocia en Glasgow, Diego hizo su primer gol en la Selección Mayor.
En Japón, Argentina demostró su potencial en juveniles. En su grupo les ganaron 5 a 0 a Indonesia, 1 a 0 a Yugoslavia y 4 a 1 a Polonia. En los cuartos de final contra Argelia, Diego no jugó, pero Argentina ganó 5 a 0. Él le pidió a Menotti que no lo reservase, porque aunque estuviera cansado, quería jugar todos los partidos.
Después llegó la dura semifinal, nada más y nada menos que contra Uruguay. El partido terminó 2 a 0, abriéndoles las puertas a la preciada final, la cual se disputó contra la
Unión Soviética el 7 de septiembre de 1979. El resultado fue un 3 a 1 a favor de Argentina, logrando dar vuelta el partido y asegurarlo con un gol del Diego de tiro libre. Así de la mano de Maradona, el Seleccionado Menor trajo a casa la
Copa del Mundo Juvenil FIFA Coca-Cola Japón 1979, y no sólo eso, Diego también recibió el
Balón de Oro.
Posteriormente, volvió a integrarse con el plantel de Argentinos y fue goleador del Nacional ’79 y de los Metropolitanos ’79 y ’80, (el último en Argentinos) en el cual convirtió su gol número 100, (también ante San Lorenzo de Mar del Plata) y en el cual jugaría su mejor partido en la entidad de La Paternal. Fue contra Boca, y antes del partido, el
Loco Gatti (ex arquero) declaró que a Maradona sólo lo estaba inflando la prensa y que era un gordito, y Diego, enojado, prometió hacerlo cuatro goles. Y lo cumplió. El primero fue de penal. El segundo de tiro libre. Y el tercero, una excelente definición de cara externa. Y el cuarto y último, también de tiro libre. En ese partido fue la primera vez que la tribuna de Boca le cantó el famoso
"¡Maradooó, Maradooó!".